Discípulos y Misioneros

Documento de Aparecida: Texto y Comentarios

Comentario n. 469

En la promoción de la Cultura de la vida muchos son los actores que están llamados a dar su contribución. Desde los obispos a los laicos, de los agentes de pastoral a los universitarios, médicos y hombres que quieran ponerse de parte de la cultura de la vida. La indiferencia y la poca convicción llevan muchas veces a que se acepten como válidos algunos presupuestos que minan los principios básicos de la persona y su desarrollo en la sociedad.

Frente a la difusión o la presión de ciertos organismos y grupos que defienden la cultura de la muerte, habría que mostrar argumentos que muestren la verdad de lo que cada uno defiende. Es frecuente que algunos grupos quieran llevar al extremo casos difíciles para hacer valer sus afirmaciones. Como decía una vez Juan Pablo II, la verdad no se impone, se propone. La verdad, y todos podemos conocerla, tiene un peso frente a cualquier tipo de falacia y mentiras. Pueden gritar más, pero la verdad sigue siendo verdad aún en el silencio.

Hace pocos días, el papa Benedicto XVI, señalaba que el aborto no resuelve nada. Al contrario, provoca dos víctimas: un niño inocente y una madre que llevará una herida moral para siempre. Si tal es la gravedad del aborto, un médico no puede menos que oponerse, desaconsejarlo y ayudarle a la mujer para que el embarazo sea llevado médicamente bien. La objeción de conciencia es un recurso previsto por el ordenamiento para que no se actúe en contra de las propia conciencia.

junio 9, 2011 Posted by | DOCUMENTO DE APARECIDA, ENCUENTRO CON JESUCRISTO, MISION CONTINENTAL | , , , , | Deja un comentario

DOCUMENTO DE APARECIDA N. 469

469. Para que los discípulos y misioneros alaben a Dios, dando gracias por la vida y sirviendo a la misma, proponemos las siguientes acciones:

a)         Proseguir la promoción en la Conferencias Episcopales y en las diócesis de cursos sobre familia y cuestiones éticas para los Obispos y para los agentes de pastorales que puedan ayudar a fundamentar con solidez los diálogos acerca de los problemas y situaciones particulares sobre la vida.

b)         Procurar que presbíteros, diáconos, religiosos y laicos accedan a estudios universitarios de moral familiar, cuestiones éticas y, cuando sea posible, cursos más especializados de bioética.

c)         Promover foros, paneles, seminarios y congresos que estudien, reflexionen y analicen temas concretos de actualidad acerca de la vida en sus diversas manifestaciones, y sobre todo, en el ser humano, especialmente en lo referente al respeto a la vida desde la concepción hasta su muerte natural.

d)        Pedir a las universidades católicas que organicen programas de bioética accesibles a todos y tomen posición pública ante los grandes temas de la bioética.

e)         Crear en las Conferencias Episcopales un comité de ética y bioética, con personas preparadas en el tema, que garanticen fidelidad y respeto a la doctrina del Magisterio de la Iglesia sobre la vida, para que sea la instancia que investigue, estudie, discuta y actualice a la comunidad en el momento que el debate público lo requiera. Este comité enfrentará las realidades que se vayan presentando en la localidad, en el país o en el mundo, para defender y promover la vida en el momento oportuno.

f)         Ofrecer a los matrimonios programas de formación en paternidad responsable y sobre el uso de los métodos naturales de regulación de la natalidad como pedagogía exigente de vida y amor.

g)         Apoyar y acompañar pastoralmente y con especial ternura y solidaridad a las mujeres que han decidido no abortar, y acoger con misericordia a aquellas que han abortado, para ayudarlas a sanar sus graves heridas e invitarlas a ser defensoras de la vida. El aborto hace dos víctimas: por cierto, el niño, pero también la madre.

h)         Promover la formación y acción de laicos competentes, animarlos a organizarse para defender la vida y la familia, y alentarlos a participar en organismos nacionales e internacionales.

i)          Asegurar que la objeción de conciencia se integre en las legislaciones y velar para que sea respetada por las administraciones públicas.

junio 6, 2011 Posted by | DOCUMENTO DE APARECIDA, ENCUENTRO CON JESUCRISTO, FAMILIA CRISTIANA, IGLESIA, MISION CONTINENTAL | , , , , , | 1 comentario

Comentario n. 464-468

La dignidad de cada persona, desde su nacimiento hasta su muerte natural, necesita ser proclamada y reafirmada en nuestros días, con mucha convicción y con argumentos de razón. Hoy, a comienzos del siglo XXI, pareciera que los pasos en favor de reafirmar los derechos de todas las personas es algo aceptado pacíficamente por todos.

A nivel civil, los Estados se comprometen  a trabajar por los derechos humanos. De modo que cada hombre y  mujer pueda vivir con dignidad en una sociedad de derecho. Al mismo tiempo, las legislaciones ceden ante “nuevos derechos” que son proclamados como tales con cierta ideología y que suelen ir contra derechos fundamentales. Ejemplo concreto lo tenemos en relación al derecho de la vida, y las fuertes campañas que tienen a introducir el aborto en nuestros países.

Antes tales ambigüedades, los discípulos de Jesucristo se les pide dos posturas claras y convencidas: la proclamación y la defensa de la vida. Dado el avance de la secularización, de políticas relativistas y de las presiones de sectores resulta necesario llevar una valiente defensa de la vida. Para los católicos defender la vida debería ser algo normal. Para quien no es católico, pero tiene buena voluntad y una rectitud de conciencia, se da cuenta del valor incomparable de toda persona. Frente a una cultura que ataca la vida, estamos llamados a proclamar la dignidad e integridad de la persona humana.

junio 4, 2011 Posted by | DOCUMENTO DE APARECIDA, FAMILIA, MISION CONTINENTAL | , , , | Deja un comentario